Le hicimos una entrevista a Daniela, una estudiante de filología inglesa de la Universidad de Sevilla. Ella es una chica trans, y por ello decidimos ponernos en contacto con ella, para así tener una visión más personal y más de primera mano con el tema que íbamos a tratar en nuestro proyecto. Le hicimos una serie de preguntas, y ella muy amablemente, nos contestó de la mejor forma. De estas preguntas sacamos una serie de reflexiones:
Nos dijo Daniela que su entorno al saber que era una chica trans, se lo tomó muy bien, porque ya la conocían, y sabían de sus circunstancias, pero en lo que respecta al instituto, todo lo contrario, y sí sufrió mucha burla por parte de sus compañeros. Algo que no cambió en la universidad, ya que fue víctima de transfobia en el lenguaje por parte de dos profesores. Se dirigían a ella por su antiguo nombre, no por el actual, a pesar de que Daniela les había comentado que por favor le hablaran por su nombre actual, pero ellos como si nada. Hasta que ella un día, harta de seguir igual, les dijo en clase las leyes que hay actualmente que te obligan a nombrar a una persona en femenino, en lugar de nombrarla en masculino. Saber que existen leyes nos alegró a todo el grupo, ya que nos quedamos más tranquilos y tranquilas al saber que hay unas leyes que amparan estas injusticias.
También nos dijo Daniela que existían numerosos insultos hacia las personas transexuales, y que muchos más en inglés. Ella había sufrido muchos insultos como travesti, transformer…etc. Ya no solo insultos, sino que a la hora de hablar con una persona trans, las personas no suelen utilizar los pronombres adecuados, un hecho que a simple vista no parece que tenga mucha importancia, pero para las personas trans supone muchísimo en su día a día.
Por otro lado, le preguntamos, que cómo solucionaría la transfobia en el lenguaje, a lo que ella contestó que la base fundamental es el desconocimiento tan grande que hay sobre el tema. Y la solución debería ser informar desde pequeños sobre todos los conocimientos que hay actualmente, para que todo el mundo se familiarice y, sobre todo, se normalice la diversidad.
La Conclusión que sacamos, es que hay una desinformación por completo, e incluso desconocemos la cantidad de transfobia que existe en el lenguaje, y la solución que se debería de dar, y hay que dar, es reivindicar y sacar a la luz con más normalidad y naturalidad todos los conocimientos necesarios sobre las personas trans, y por lo general LGTBI+. De esta forma, y desde el conocimiento absoluto, se fomentaría la diversidad y el respeto hacia todas las personas, ya que al fin y al cabo, todos somos iguales.
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