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Educación ECO

Proyecto a través de la metodología ECO: "ECO en la Educación Superior. Docencia inspirada en el entorno".

Durante este cuatrimestre hemos trabajado la educación ECO en la asignatura Temas de Lingüísta impartida por el profesor Juan Pablo Mora. 

Aquí os dejamos nuestras impresiones tras estos meses. 

ECO: ¿Más que una metodología?

Cuando me preguntan por ECO siempre digo que es mi compañera, mi amiga. Durante estos cinco meses en la asignatura Temas de Lingüística he convivido con ella como si de una persona se tratase. Los lunes, martes y miércoles quedábamos en la 215 de Filología de 16:00h a 17:20h para debatir, reflexionar, compartir. Pero no estábamos solos: Marta, Mai, Juan Pablo, Inma, Ainoa, Luna, Araceli, Estefanía, Virginia y un largo etcétera participaban también en nuestras quedadas. Unos nos enriquecíamos con los juicios, ideales y sensaciones de los otros.


 

ECO y yo también salimos a la calle. En marzo estuvimos con Elena y Daniela, y en abril con Manuel. Así que ECO me dio la oportunidad de conocer a una lingüista, una activista LGTB y un profesor de Filología. ¡Qué maravilla!


 

Con ECO he ido al Salón del Estudiante y a la MuAC. Allí nos presentamos al mundo e intercambiamos ideas con él. Mientras algunos se empecinaban en ver el universo desde una sola y cerrada perspectiva, ECO y yo intentábamos abrirles los ojos, sanarles, hacerles meditar.


 

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Junto a ECO he creado juegos, un prototipo, un anuncio, un cartel, un vídeo... Así que esta señorita ha fortificado mi creatividad y ha desafiado a mi imaginación. Además, ECO quería innovar y me obligó a abrir una cuenta en Twitter. Y a fundar un blog. Así que también ha potenciado mi escritura.


 

En definitiva, con ECO he aprendido a investigar, explorar, crear y ofrecer. Junto a ella he sentido llover ideas. Asimismo, ECO me empujaba a desenvolverme en público. A veces me ofrecía clases de oratoria. Y me ha indicado cómo manejar el tiempo, trabajar en grupo, solventar problemas.


 

Ahora ECO y yo nos separamos, y tengo mucho que agradecerle.

Daniel Sánchez Sánchez 

MIEDO A ECO

La educación ECO y yo no nos hemos llevado bien todo el tiempo. Ha sido una relación de amor-odio. Yo había dado otras dos clases con Juan Pablo Mora –profesor de la asignatura Temas de Lingüística- y sus métodos no eran los más corrientes. He trabajado la educación Dising Thinking donde, a través de proyectos estudiábamos sobre un tema, en mi caso sobre la LSE.

Sin embargo, en estos dos cursos, Juan Pablo tenía una mayor presencia en la clase comparado con este año. Con esta educación nosotros hemos sido nuestros propios profesores.  A partir de tres fases hemos trabajado: explora, crea y ofrece.

En la fase explora se investiga sobre el problema al que vamos a enfrentarnos.

En la fase crea buscamos una solución.

Y en la fase ofrece llevamos a la sociedad esa solución. Puede que esta sea la más importante, porque el conocimiento sale de las aulas.

Nuestro grupo estaba formado por seis miembros, e investigábamos sobre el lenguaje en el colectivo LGTBI+, concretamente sobre la plumofobia. Desde un primer momento, nos hemos sentido perdidos sin saber por dónde empezar. Y es aquí donde llega el miedo y la incertidumbre de saber si llegaremos a alguna conclusión o no. Pero siempre, de algún modo, se llega. Y es lo bueno de trabajar con seis personas, que siempre alguien tira del carro, porque lo tú no sabes otro lo puede saber, y lo que tú ves, el otro sí; y al final, se crea este proyecto y el miedo se va.

La educación ECO es muy importante, desde mi punto de vista, porque no solamente te permite conocer un a fondo un tema o una problemática sobre nuestro entorno –fase explora-, sino que nos permite crear –segunda fase- y ofrecer –tercera- una solución a la sociedad. Nuestros logros no se quedan en un aula, sino que llegan a más personas, y esta debería ser una de las filosofías de la Universidad, que el conocimiento salga de los muros.

María Morera Figueroa

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ECO: una agradable sorpresa

La sigla ECO hace referencia a una estrategia de enseñanza sintetizada en la sucesión de tres procesos, entendidos estos como “explora, crea y ofrece”. Se trata de un enfoque práctico, que requiere un trabajo autónomo por parte de los estudiantes. De hecho, prevé que un grupo de estudiantes escoja una cuestión sobre la que investigar, busque una solución  y la ofrezca no solo dentro de las aulas universitarias, sino también a la sociedad en general.

Mi primer contacto con esta metodología hubo lugar durante de mi estancia en Sevilla como estudiante Erasmus, más concretamente en la asignatura de Temas de Lingüística General. He de admitir que en un primer momento me sentí confusa y perdida y me costó trabajo entender en qué consistía precisamente esta metodología, siendo acostumbrada a otro tipo de clases, basadas en la toma de apuntes y en una actitud pasiva por parte de los estudiantes. Además, al ser una estudiante extranjera, me daba miedo participar activamente dentro de un grupo de estudiantes que ya se conocían, compartían conocimientos y el mismo idioma.

Sin embargo, en el transcurso de los siguientes meses, he podido comprobar la eficacia de dicha técnica, conociéndola en todos sus aspectos y recursos, lo cual hacía que cada vez la apreciase más. Gracias a esta técnica he conocido a cinco compañeros amables, disponibles y comprensivos, que siempre se han trabajado con mucho afán de superación y han tomado en consideración las ideas de cada uno para encontrar las mejores soluciones y organizar nuestro trabajo con seriedad. Además, he conocido a miembros del colectivo LGTBI+ de Sevilla y he presentado, junto con mis compañeros, nuestro proyecto a otros estudiantes de primaria y ESO en ocasión de la MuAC.

Por todo ello, a pesar del miedo del principio, “explora, crea y ofrece” se ha convertido en uno de mis métodos de enseñanza predilectos y considero que la forma en la que se desarrolla e instruye al colectivo estudiantil, siempre didáctica y orientada al aprendizaje desde un punto de vista práctico, ha demostrado ser una de las más eficientes que he podido testar hasta el momento, con lo cual la recomendaría enormemente a toda la comunidad estudiantil.

Luna Angrisano

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ECO... ¿QUÉ?

Septiembre de 2018 y sin saber qué optativa escoger, a pocos días de hacer la matrícula.

“Que sí, tía. Matricúlate en Temas de Lingüística, verás que es diferente, pero te va a gustar” fueron las palabras de mi amiga, tras haber cursado ella anteriormente la misma asignatura y me aconsejaba plenamente que lo hiciera yo también. No estoy muy segura si “gustarme” era la palabra, lo que sí tenía claro es que no sabía por dónde cogerla, qué había que hacer, y lo mejor de todo: ¡¿QUÉ ES ECO?! Sí, Explora, Crea y Ofrece, hasta ahí todo muy claro, pero ¿dónde exploro? ¿cómo creo? ¿qué hay que ofrecer? Fueron muchos los comederos de cabeza, y una y otra vez les decía a mis compis: “chicos, de verdad, yo no sé ustedes, pero es que no sé por dónde hay que empezar”. Creo que, realmente, todos nos hemos sentido así cuando hemos tocado a ECO por primera vez.

Personalmente, considero mi inicio duro, pues me comparaba mucho con el resto de compañeros, tanto de mi equipo como los que no lo eran; quizás porque, como digo, era nueva en esto, o porque no tenía muy claro de qué había que partir. Lo cierto es que ese nubarrón se fue aclarando cada vez más, y supe que era igual de válida como todos, lo único que tenía que hacer era mirar desde unos ojos diferentes, con diversión, con ganas e ilusión por algo que (¿por qué no?) podría tener repercusión en el futuro y ser algo más que un proyecto de clase.

En general, echando la vista atrás, recuerdo con nostalgia la que fue nuestra primera reunión en la que todos salimos “desahogados”. Fue con Elena Flores, todos la escuchábamos embobados, al igual que a Daniela y Manuel, pero con Elena fue diferente (al menos bajo mi punto de vista), pues con ella nos llegó un soplo de aire fresco gracias al cual supimos por dónde ir, nos dio un trocito de cuerda del que empezamos a tirar desatando nudos para llegar a donde hemos llegado hoy. Esas cosas son las que te dan satisfacción, las que te enseñan a investigar y a quitarte de la cabeza pensamientos negativos.

Y no, lo más sencillo de la asignatura y la metodología ECO no es el no tener examen final, pues estamos evaluándonos constantemente, todo el cuatrimestre, quizás obteniendo más logros que haciendo un examen final en el que “vomitas” parrafadas sin más. Yo he aprendido que, en Lingüística Forense el filólogo es tan útil y decisivo para ciertos casos como lo es un inspector; he aprendido que educar no es solo sentarse a dictar apuntes, sino que podemos enseñar mediante juegos, con motivación, haciendo a los alumnos partícipes, he aprendido que la violencia verbal está donde menos la imaginamos, y que lo mismo la persona que más cerca tienes está siendo victima de ello. Entre otras muchas cosas, los proyectos de los demás compañeros y el nuestro, por supuesto, nos ha aportado cosas que -quizás- no hubiéramos aprendido leyéndonos apuntes y manuales de Lingüística (porque eso ya lo hicimos en primero y en otras optativas de esta rama). Y no dejar de mencionar habilidades que, para unos más que para otros, pueden resultar más dificultosas como, por ejemplo, hablar en público, sin conocer a gran parte de la clase e intentando explicar algo en pocos minutos y que ellos lo reciban y entiendan de manera clara. Son logros personales que, aunque puedan parecer minúsculos, para algunos nos llena de satisfacción poder llevarlos a cabo, temblar (involuntariamente) pero no por miedo o pánico, sino por procurar que todo se esté entendiendo bien.

¿Que cómo me he sentido? ¿Que cómo he funcionado con ECO? Creo que poco más se puede decir. Inexperiencia, incertidumbre, miedo, que poco a poco se moldea y se convierte en motivación, estimulación, empatía, sobre todo cuando tienes un equipo de diez.

 

Inmaculada Andrades Zambrano

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ECO: ¿El método que utilizaré en el futuro? 

Ya en primero de carrera estuve en la asignatura de lingüista general, durante todo el tiempo que estuve cursando la asignatura me quedé fascinada de la forma tan innovadora de enseñar e impartir las clases, de esta forma me dejó con ganas de seguir aprendiendo, por ello decidí cursar la asignatura de tercero, y pasó más de lo mismo, aprendí un montón y mi experiencia personal al final de curso fue muy gratificante.  Los problemas que tenía y que aún tengo, en menor medida,  de expresarme por timidez, ya sea por mi acento o por mi personalidad, gracias a estar continuamente hablando, expresando mi opinión, haciendo exposiciones, todo ello, de forma personal, lo agradezco porque es muy importante que profesores nos den ese impulso, esa confianza a crear y hacer cosas por nosotros mismos, que tengamos un papel más importante en las clases.

De modo que, aunque ya he cursado varias asignaturas donde se ha empleado una metodología más innovadora, para mí el método ECO era desconocido. Al principio me causaba un poco más de vértigo, al no saber con exactitud qué es lo que se estaba pidiendo, o cómo podríamos trabajar con ello de la mejor forma posible. Pero en el momento que tuvimos un proyecto y una idea clara, todo fue surgiendo de forma muy llevadera. Me he sentido bastante bien trabajando con este método, ya que al estar en continuo contacto con otros proyectos, mediante las exposiciones, la feria de la historia, el moac… Me ha resultado muy interesante conocer curiosidades, métodos para el futuro, cómo tratar ciertos problemas que se me puedan presentar en clase en un futuro, entre muchísimas cosas más que sin duda, si no hubiera utilizado este método, me resultarían completamente desconocidos.

Las principales dificultades que creo que hemos tenido han sido la poca bibliografía sobre la plumofobia, ya que es sorprendente la cantidad de personas que desconocen este término. Y también a la hora de intentar llevar juego y actividades a los niños y adaptarlos a la edad en el moac, pero al final realizamos una actividad que resultó ser todo un éxito y sobre todo que nos llevamos  muy buenas impresiones y estuvimos muy contentos con el resultado obtenido. Por supuesto que todas las dificultades encontradas a la hora de llevar a cabo alguna idea han sido favorecedoras, porque nos hacen plantearnos las ideas, cuestionarnos y buscar una solución, algo que indirectamente nos ha ayudado a nuestro futuro y a las dificultades que podamos ir encontrando en el camino de la docencia. Los problemas que tuvimos en un primer momento fue quizás no saber cómo expresar bien las ideas, es decir, no saber si lo que queríamos transmitir, el remitente lo estaba captando.

Por lo general, estoy bastante satisfecha con el trabajo a lo largo del curso que ha realizado nuestro equipo Rainbow Equality, me he sentido muy cómoda con los integrantes del grupo, he encontrado muy buen ambiente y mucha complicidad con todos los compañeros. El método ECO me ha gustado porque este tipo de métodos me encantan, considero, a mi forma de ver, que son muy necesarios en la educación; la sociedad va avanzando y la educación también tiene que ir de la mano y seguir cambiando los métodos tradicionales por estos más innovadores que sin duda dan una enseñanza tanto educativa como moral al alumno, que en el futuro se va a agradecer. Lo único malo es el tiempo, que me hubiera gustado seguir investigando y realizando más proyectos, y sin duda si hubiera alguna otra asignatura que utilizaran este método, la cursaría de inmediato, porque me encanta salir a la calle y realizar cosas nuevas, dejar volar nuestra imaginación y descubrir todo lo que podemos ser capaces de hacer.

En definitiva, estoy bastante satisfecha con el resultado que hemos obtenido con nuestro proyecto, y ¿por qué no? Quizás si algún día llego a ser docente pueda seguir este método con mis futuros alumnos, y espero que disfruten lo mismo que yo. =)

 

Marta Bocanegra Rodríguez 

ECO: ¿eso se come?

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Escogí la asignatura de Temas de Lingüística General porque sabía que con Juan Pablo como profesor no tendríamos un método tradicional de clase, sino todo lo contrario, y eso me daría un respiro de las demás asignaturas. Pero lo que no me esperaba era una metodología como la de ECO.

Empezamos a utilizar este método para crear un proyecto para el día de la historia, pero fue todo tan rápido y en tan poco tiempo que no dio tiempo a asimilar qué significaba o en qué consistía exactamente el método ECO.
Cuando me uní a mi grupo para el proyecto de clase ya pude ver de primera mano lo que era ECO y al principio fue todo muy confuso. Ninguno de nosotros habíamos participado en ninguna metodología parecida, y en la explicación parecía todo muy ordenado y "fácil" de llevar. Queríamos abarcar muchos puntos desde nuestro tema y acabamos en una maraña mental de la que no podíamos salir ni decidirnos por donde ir hasta que hablamos con Elena Flores, que fue como un rayito de luz a nuestro proyecto. A partir de aquí fuimos un poco más encaminados y empecé a sentirme más tranquila.
Durante la fase "Crea" me sentí muy motivada, porque fuimos capaces de crear juegos y proyectos que funcionaron e hicieron que las personas se interesaran por la problemática de la plumofobia y sobre el colectivo LGBT+. Sentía que el trabajo duro estaba dando sus frutos y podía aportar un poquito de mí para ayudar. 
Pero poco después llegaron otra vez los agobios, porque algunos trabajábamos y había que finalizar el proyecto para clase. Aún así lo terminamos sin problemas, porque este tipo de método te enseña a trabajar en equipo de una forma muy buena. La verdad es que, aparte de todo lo que he aprendido, lo mejor ha sido trabajar con mis compañeros.

Siento que ECO es una metodología muy buena para aprender y descubrir de una forma muy entretenida y flexible, pero que necesita tiempo y tranquilidad. Mi experiencia ha sido bastante buena, me ha enseñado a sacar partido a mi imaginación y a no poner límites a mis ideas desde un principio, pero podía haber sido mejor y sentirme menos agobiada si no hubiera tenido que compaginarla con más asignaturas, exámenes, trabajo...

 

Aún con todo esto me siento muy satisfecha con mi trabajo y con el trabajo de todos mis compañeros. Así que quiero dar las gracias a todo mi equipo, a Juan Pablo por darnos la oportunidad y la libertad de explorar sobre un tema que sentimos que es importante y necesita visibilidad, y a todas las asociaciones y personas que nos han ayudado en nuestro camino :)

Ainoa Castro Gómez

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